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como ya hicimos el año pasado, hemos querido dedicar un momento a principios de este 2020 para mirar nuestro 2019. Con tanta calma lo hemos mirado, que se nos han pasado casi dos meses de 2020.

Compartimos contigo un resumen del año pasado: proyectos que nos han permitido volver a trabajar con parte de nuestra red de colaboradores habituales; eventos en los que conocido a personas estupendas de las que hemos aprendido mucho, y hemos encontrado presencialmente a otras que conocíamos desde hacía tiempo en las redes. Eso que los que estamos cerca o por encima de los 40 llamamos desvirtualizar, y que hemos aprendido este año que ya no se usa.

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Uno de los descubrimientos de este año ha sido conocer más en profundidad el trabajo de la Asociación Solasgune. Desarrollan proyectos desde la asistencia educativa, la mediación política y el diseño de entornos; y tienen en Leioa un espacio de producción y aprendizaje ciudadanos y una escuelita.

Con ellos, y con Zuloark, hemos hecho el sitio web para el programa de Alimentación Saludable en Euskadi.

A finales de febrero viajamos a Valencia para hacer un taller sobre el impacto de los alojamientos turísticos en la ciudad. Organizamos el taller en colaboración con la Cátedra de economía colaborativa de la Universidad de Valencia, el Ayuntamiento de Valencia y el centro de innovación Las Naves.

Tras el taller publicamos un informe con los datos y los análisis de la situación de las viviendas turísticas en Valencia.

Efecto Airbnb Valencia forma parte de una serie de talleres que han ido construyendo durante los tres últimos años una investigación sobre el impacto de los alojamientos turísticos en distintos territorios. En 2019 hemos publicado también un nuevo informe sobre el Efecto Airbnb en Donostia.

La primera semana de marzo estuvimos en el evento anual de la red internacional Civicwise. El Glocal Camp permite conectar a miembros de la red con proyectos e iniciativas del lugar en el que se celebra, y también es un tiempo de trabajo intensivo y toma de decisiones importantes de la red Civicwise, aprovechando que estamos juntos.

Además de reencontrarnos con toda la comunidad wiser, en Modena conocimos a Richard D. Barlett y Natalia Lombardo. Los dos forman The Hum, una pequeña estructura desde la que ayudan a organizaciones a trabajar de manera más descentralizada y colaborativa, y repensar las relaciones de poder. En el Glocal Camp dieron el taller Patterns for Decentralized Organising. Muy recomendable revisar su lista de recursos para organizarse de manera descentralizada.

En abril publicamos el vídeo que realizaron Marcus Carús y Míster Rodríguez sobre el taller que hicimos en septiembre de 2018 en Barcelona, en el que analizamos el impacto de los alojamientos turísticos en la ciudad, en colaboración con el Laboratori d'Innovacio Democràtica.

Es un vídeo de 6 minutos que cuenta perfectamente cómo trabajamos en los talleres.

En mayo se presentó el libro C de España. Manual para entender la corrupción, que Pablo ha escrito junto a Isidro Sánchez Sánchez.

El corazón de esta obra consiste en un catálogo de palabras que empiezan por ce que explican los antecedentes históricos junto con la dimensión y orígenes de este problema, cuyo sumatorio final es la práctica de la corrupción. Cada una de las ces del catálogo está acompañada de una ilustración de Marcus Carus, como las que encabezan este párrafo.

En junio viajamos a Fuerteventura para participar en el Festival de Innovación Cívica que organizaba la Oficina de Innovación Cívica como cierre del proyecto Mestura Puerto. Las personas que forman la Oficina son muy buenas creando ambientes de producción y cuidados en los que es fácil sentirse cómodo y construir colectivamente. Lo que pasó en el festival lo han resumido muy bien los organizadores en el texto Conocernos y cuidarnos para transformar el territorio. El valor de lo intangible.

Nosotros, además de aprender mucho, dimos un tallercito sobre cómo pensar y usar la tecnología en común.

A finales de junio organizamos en Donostia, junto al equipo de Hirikilabs, el encuentro Los datos son poder.

Nos hicimos las siguientes preguntas: ¿Qué ocurre cuando se da acceso a datos a quien no lo tenía previamente? ¿Cómo cambia una iniciativa ciudadana o institucional cuando se garantiza el acceso a los datos que necesita? ¿Cómo de transformador es el poder de analizar e interpretar los datos? Y estuvimos buscando respuestas durante tres días en los que habilitamos un espacio para compartir reflexiones y experiencias, y un espacio de producción y desarrollo de proyectos con datos.

El formato consistió en poner en contacto iniciativas ciudadanas que querían añadir la perspectiva del trabajo con datos a sus proyectos, con personas que tenían experiencia analizando y visualizando datos.

En agosto estuvimos en Barranquilla, Colombia, para desarrollar, como parte de la Civic Innovation School, la formación Ingredientes para cocinar recetas de innovación cívica, promovida por la Cámara de Comercio de Barranquilla.

Desde Montera34 preparamos para esta formación el módulo sobre Pensamiento y colaboración en red, además de aprender a cocinar arepas de huevo.

En septiembre pusimos en marcha desde la Asociación Montera34 junto al colectivo Digitautonomy nuestro propia "nube". La llamamos Cloudtonomy.

Somos ya 21 personas usando y gestionando nuestra propia nube.

A principios de octubre volvimos a Valencia invitados por el Laboratorio de Análisis y Evaluación de Políticas Públicas de Valencia para realizar un taller de análisis y visualización de datos sobre políticas públicas.

Las temáticas abordadas en el taller fueron muy variadas: análisis de medios y partidos, contaminación atmosféricas o vulnerabilidad urbana.

A finales de octubre viajamos a Sevilla para participar en el encuentro La ciudad es nuestra, una de las actividades del proyecto MediActivism que desarrolla Zemos98 con otras organizaciones europeas.

Pudimos experimentar la metodología hackcamp, ideada por Zemos98, que tiene puntos en común con nuestra metodología colaborativa de análisis de datos.

Nos lo pasamos en grande trabajando y aprendiendo con los 30 participantes del hackcamp.
Desde Montera34 participamos en la mesa "Mapeo de la precariedad en torno a la turistización en Sevilla", en la que produjimos un análisis algo gamberro y muy divertido que llamamos El mal turismo.

En noviembre volvimos a Donostia para organizar junto a Hirikilabs, Irekia/Gobierno Vasco y la Universidad de Deusto el encuentro #datuirekiak. Datos abiertos y ciudadanía.

#datuirekiak fue una continuación del encuentro Los datos son poder, desarrollado en junio. Durante tres días, con el mismo formato del primer encuentro, seguimos desarrollando los proyectos que empezaron en junio y habían tenido continuidad.

Desde el encuentro #datuirekiak nos fuimos directamente a Barceona, para participar en el Sharing Cities Stand Lab, dentro del Encuentro Sharing Cities Action 2019, que organizaba Dimmons.

Además de hacer un poco el macarra en el Smart Cities World Congress, que es donde tuvo lugar el Sharing Cities Action, participamos en la mesa redonda  "City sovereignty and Data policies. Special focus on Tourism Platforms" sobre datos y plataformas turísticas.

Además tuvimos la ocasión de conocer en persona a Murray Cox de Inside Airbnb, con el que llevamos tiempo en contacto por las redes. Y escuchamos y aprendimos mucho de las brillantes intervenciones de Sasha Costanza-Chock sobre Design Justice y Catherine D'Ignazio sobre data feminism.

En diciembre estuvimos en Haritu, el centro de cultura digital y tecnología de Bilbao, impartiendo el taller Mentir con datos: manipulaciones y mentiras blancas.

En el taller se indagó sobre cómo se contruyen las mentiras, a través de ejemplos y teoría de la visualización de datos para trabajar la cultura de datos. Eso que nos gusta llamar alfadatización, y que trabajamos mucho en el Data Commons Lab de Hirikilabs.

Además el equipo de Haritu aprovechó para hacer una entrevista a Pablo sobre cómo trabajamos en Montera34.

Montera34 somos Pablo Rey Mazón y Alfonso Sánchez Uzábal.